lunes, 28 de octubre de 2013

Tiempo... ¿qué es eso?

Por fin estoy aquí, escribiendo una entrada en mi blog recién estrenado, pero como no, con mi bebé en brazos... Y digo por fin porque llevo cinco semanas pensando en crearlo, pero entre un cambio de pañal y otro... ya poco tiempo voy a encontrar para poder relajarme frente al teclado a contar mis vivencias solita, porque ahora somos un tándem, donde va mi niña voy yo y donde voy yo, va ella. Y cuando duerme, aprovecho para esas cosas tan sencillas que forman parte de la rutina diaria, que no apreciamos cuando tenemos tiempo. Cosas como comer, ducharme o intentar recoger un poco la casa...

La falta de tiempo es algo que llevo 16 semanas experimentando... y es que, desde mi corta experiencia como mamá, puedo sentenciar que un bebé te cambia la vida por completo, te da unas alegrías maravillosas, y es fuente de emociones que nunca antes había conocido; pero igualmente, ser madre es la tarea más absorbente que jamás he realizado. El primer mes, para ser más exacta... durante la cuarentena, experimenté la falta de sueño y el cansancio máximo, unidos al periodo de adaptación y conocimiento mutuo, al aprender las señales que te indican que el bebé tiene hambre, gases, sueño o necesita un cambio de pañal. También tuve que aprender a dar el pecho... ese acto que nos parece tan natural, tan primario, tan sencillo... pero que entraña tantos aspectos desconocidos como que puede ser doloroso en un momento dado, que pueden salir grietas o que incluso puede desencadenar en una infección, lo que se conoce como mastitis. Y sí, hablo desde la experiencia, todo eso lo he padecido yo...

Pero también he vivido la extraña sensación de mirar a mi pequeña e hincharme de felicidad, tanta, que de repente me han entrado ganas de llorar, de pensar en lo que su padre y yo hemos creado con tanto amor, de la perfección de sus gestos, su piel, sus suspiros, su respiración... Es un sentimiento por encima de cualquier otro que haya tenido antes, algo que jamás pude imaginar que sería tan fuerte... Un amor a nada comparable, la sensación de que por ella podría mover montañas, de que si algo malo le pasara... directamente no sé lo que haría... porque ya una parte de mi se ha ido para estar siempre con ella, allá donde vaya, haga lo que haga, tenga la edad que tenga... mi hija es la alegría de mi vida. Creo que cualquier madre estará de acuerdo conmigo porque un bebé, especialmente el tuyo, te llena de ternura y te hace solidarizarte con el resto de bebés y madres del mundo, y su sufrimiento también será el tuyo.

Y tiempo... ¿qué es eso? es lo que junto a ella pasa volando, lo que ya no tiene medida desde que hay un bebé en casa, lo que me falta para llegar puntual a las citas porque siempre antes de salir tocará cambiar un pañal, o dar el pecho aunque acabe de hacerlo simplemente porque a mi niña casualmente le entrará hambre, pero también lo que desaparece cuando mi hija me dedica una de sus sonrisas, porque entonces el tiempo se para, y ya no existe nada más que ella... simplemente porque es única.

La vida de una mami es muy cansada, pero también está plagada de satisfacciones y yo no la cambio por nada, ni por más tiempo...


1 comentario:

  1. Felicidades Susana por éste blog. Me encanta la idea. Es entrañable poder compartir los sentimientos, experiencias y emociones de una madre primeriza. Me parece una idea brillante, porque otras mamás se pueden ver reflejadas y sentir tu apoyo con tus palabras. Y a la vez abres camino con tus experiencias a futuras mamás. Espero que entre pañales saques un hueco para deleitarnos con tus palabras

    ResponderEliminar